22 dic 2011

Latrón

Representación tridimensional
de la posible apariencia del latrón,
a pesar de su invisibilidad.

El latrón es una partícula de ínfimo tamaño, invisible, intocable, insípida e inmune a varios ataques de energía. El latrón forma parte de todas aquellas cosas que son importantes, presentándose en bajas concentraciones en aquellas que no lo son. Así, si bien el átomo es la unidad mínima de la materia conservando sus propiedades, el latrón es la unidad mínima de la materia que es importante y/o humunguosa conservando sus propiedades. En pocas palabras, si un punto geográfico tiene una alta concentración de latrones, es más probable que vaya una mayor cantidad de gente a visitarlo y hasta a peregrinar en algunas ocasiones.

De todos modos, el latrón no es una entidad completamente independiente del átomo, sino que aparece también dentro de este. Así, los átomos poseen una concentración importante de latrones en su núcelo, lo que permite a la energía nucelar de fusión y fisión ser tan interesante. Los orbitales de un átomo tienen una baja cantidad de latrones, y por ende son mucho más aleatorios y difíciles de estudiar. Sin embargo, los electrones también están formados por pequeñas cantidades de latrones, ya que también tienen cierto interés.

Los latrones tienen carga positiva, negativa, neutra, antipositiva, antinegativa, semiantipositiva, semiantinegativa y neutra de nuevo (esta sorprendente cualidad se descubrió hace poco usando un novedoso método que consiste en introducir el universo por entero en una cámara de vacío y medir su carga). Son así, los originarios de toda la electricidad del universo ya que son los únicos que presentan todos los tipos de carga a la vez sin romperse ni corromperse por su enorme poder. Así pues, los electrones no tienen que ver directamente con la electricidad que usamos a diario a pesar de su nombre, sino que son los latrones los que, atrayéndose, repeliéndose y manteniéndose estáticos a lo largo de los cables eléctricos generan lo que llamamos “electricidad”.

Imán con latrones alrededor,
a pesar de que siguen
siendo invisibles.
Al ser portador de tantas cargas simultáneamente, el latrón es el encargado de aportar magnetismo a los objetos. Así pues, alternando entre cargas positiva y negativa a una velocidad muy superior a la luz (que pueden alcanzar debido a sus características especiales), los latrones son capaces de magnetizar toda clase de objetos, creando simultáneamente los polos positivo y negativo (aunque en realidad, en un principio no son verdaderamente positivos o negativos, sino que van cambiando de carga entre todas las posibles a una velocidad muy alta hasta que se estabilizan). Debido a esto, todos los imanes (y muy especialmente aquellos que se usan para poner en las neveras) son considerados fantásticos por todo el mundo, ya que los latrones hacen que sean verdaderamente interesantes.

Estudios afirman que
si el Nyoi-bō existiese de verdad,
sería tan latrónico que ningún ser
vivo podría sostenerlo y
seguir con vida.
Además, los latrones son los responsables de casi todas las demás fuerzas en el universo. Para que una fuerza tengan lugar, los latrones se deforman y estiran lo que haga falta para imbuir de energía a los objetos y así transmitir lo que conocemos como “fuerza”. Cabe destacar que este método es el que usa el bastón Nyoi-bō de Goku, por lo cual se baraja la posibilidad de que Akira Toriyama tuviese en mente un arma que contuviese una cantidad infinita de latrones (y por ende, de humunguosidad) que permitieran que el objeto se pudiese estirar y contraer a voluntad.

Como se puede presuponer a estas alturas, el latrón también es causante del movimiento de la materia. La materia estática se pone en movimiento cuando los latrones que posee se alteran por diversas causas que incluyen el calor, la sed, o la presencia de seres u objetos que no le gustan (o no son afines en caso de que sea un objeto inanimado) al portador de dichos latrones. Los latrones, pues, hacen que la materia sea capaz de moverse de forma infinita, aunque el rozamiento impida que esto ocurra en sentido estricto. De este modo, el rozamiento se trata de la fuerza menos humunguosa e interesante de todas cuantas existen, hasta tal punto de que en un gran número de experimentos se establece que se desprecia el rozamiento para su realización.

La fuerza de rozamiento
es tan matrónica que hace
que los coches sean engullidos
por nubes de "cosa blanca".
El rozamiento, al igual que otras cosas que causan repulsión objetivamente, está enteramente formado por la partícula inversa al latrón: el matrón. El matrón posee una humunguosidad e importancia idénticas a las del latrón pero negativas, por lo que cuando un latrón y un matrón impactan directamente, se genera una pequeña explosión que, si se repite de forma muy continuada, podría poner en peligro el correcto funcionamiento del universo creando una brecha por la cual criaturas con millones de genitáculos podrían hacer incursiones en nuesto universo. Sin embargo, esto no sucede debido a que debido a la propia naturaleza del latrón, a una constante basada en el peso de un kiwi y al pensamiento optimista, el latrón se encuentra en el universo en cantidades enormemente mayores que el matrón, evitando así que el universo corra alguna clase de peligro durante una situación cotidiana.

Los latrones también son los causantes de la luz. Si bien los fotones producen la luz, los latrones son los que, mediante contacto con los fotones, empujan a estos a hacer esta tarea. Recientemente se ha descubierto que durante este proceso, los latrones transfieren carga positiva y negativa alternativamente a los fotones para que alumbren, usando un mecanismo similar al que utilizamos cotidianamente para romper una bombilla por sobrecarga.

En ausencia de latrones,
esta imagen tendría un tono
muy desagradable.
Sin embargo, los latrones también están en la sombra. Es un error popular el afirmar que en ausencia de luz todo sería oscuro, ya que en ausencia de luz y sin la acción del latrón, todas las cosas tendrían un color indefinido pero tirando a marrón, como el que se consigue cuando mezclas plastilinas de distintos colores. Para lograr oscurecer la sombra, el latrón inactiva a los fotones de la zona no iluminada mediante cargas neutras y semiantipositivas y semiantiinegativas casi simultáneas para que este se apague. Como todos podemos deducir, los fotones apagados son negros, y eso es lo que en última instancia da lugar a la sombra. Así pues, el latrón hace que las sombras sean oscuras y no color boñiga, y por eso las sombras son interesantes.

Lógicamente como consecuencia del efecto de los latrones con la luz, es lógico pensar que también intervienen en la propagación de otra clase de ondas mediante un proceso similar al anteriormente explicado. Esta es una conclusión sencilla, pero aún así errada, ya que el latrón no ayuda a propagar las ondas por el aire, sino que los latrones son las ondas tal y como las conocemos. En efecto, debido a su intrínseca humunguosidad, los latrones son capaces de pasar momentáneamente de onda a partícula, pudiendo tener así un mayor radio de acción y cantidad de funciones. Así, todas las ondas de radio que llegan a nuestros televisores son en realidad cientos de latrones convertidos en ondas que interaccionan con los fotones que están dentro del televisor (en el tubo catódico de los televisores antiguos, en los modernos se encuentran en otros elementos) haciendo que se conviertan en distintos colores usando una rápida secuencia de cargas positivas y negativas intermitentes que dan lugar a los distintos colores dependiendo de qué cargas se usen, y de la humedad y temperatura del ambiente.

Gracias a los latrones,
los cilindros pueden ser
iluminados con luces
de distintos colores
simultáneamente.
Como bien se puede deducir de lo anteriormente contado, el latrón también es capaz de producir el color, de dar color a las cosas y de hacer que este se materialice físicamente. Así pues, al contrario de lo que creyeron los médicos durante cientos de años, no es la retina la que capta las imágenes, sino el latrón el que las produce de modo que cualquier individuo puede recibirlas tenga ojos o no. En las personas invidentes, la malfunción de su vista no viene derivada de un problema ocular, sino de una malfunción en el organismo que impide que los latrones se acerquen a los ojos usando una rápida secuencia de cargas positivas, negativas, neutras, antipositivas, antinegativas, semipositivas, semiantinegativas y neutras de nuevo que se contrarrestan de forma exacta con las producidas con los latrones e impiden su libre circulación por la zona de los ojos de los afectados.

El latrón también está en grandes cantidades de lo que consideramos “vacío”. El vacío per se no puede estar vacío, porque si estuviera completamente ausente de materia podría colapsar dando lugar a la creación simultánea de varios agujeros negros en varios puntos del universo amenazando con la integridad del mismo. Para evitar que esto ocurra, el latrón llena completamente el vacío con su presencia volviéndolo tan oscuro como el resto de las sombras y haciéndolo interesante en el proceso a modo de efecto secundario. Así pues, el vacío es solamente una forma de hablar para simplificar las cosas, pues nunca podría existir un punto del universo en ausencia de latrones que conservaran su integridad debido a su intrínseca humunguosidad.

Esta imagen no tiene absolutamente
nada que ver con el tema,
pero queda bien.
El latrón también hace que los planetas floten. Teniendo en cuenta su enorme peso, en ausencia de fuerzas que lo impidieran los planetas caerían contínuamente en el vacío (que, como hemos comentado, no es un vacío real), con enormes posibilidades de aplastar a otros cuerpos celestes de forma infinita. Para impedir que esto ocurra, los latrones se acumulan en la superficie de todos los planetas dando lugar a una fina capa que les permite flotar en la inmensidad del espacio. Del mismo modo, esta “telilla” evita que los asteroides y otros cuerpos celestes de menor envergadura hagan estragos en los planetas, reduciéndolos al tamaño de la cabeza de un chihuahua por el rozamiento con su presencia. Como efecto secundario de este proceso, los chihuahuas, a pesar de su extraña apariencia, son queridos por una ingente cantidad de personas en el mundo.

Debido a la enorme cantidad de
interés que se suele presentar por esta
imagen e ilustraciones afines, se especula
que lo que se ve ahí es en
realidad una enorme fuente de latrones
. ¿Agujeros negros? Qué va.
Los latrones también son los causantes de los agujeros de gusano y las puertas dimensionales. Polarizando aberturas de distinto tipo (entradas a cuevas, puertas, bocas de alcantarilla) usando sus múltiples cargas, pueden hacer que estas dén a un lugar completamente distinto de esta u otra dimensión. Gracias a esta función que aún se está investigando, podrían hacerse viajes a puntos remotos del universo u otras dimensiones simplemente atravesando una puerta lo suficientemente llamativa y humunguosa para que tuviese los suficientes latrones como para que se diera este fenómeno. En una escala menor, este fenómeno se produce contínuamente en el propio aire, haciendo así posible que animales de otras dimensiones con forma de ornitorrinco pero de dos milímetros puedan aparecer en la nuestra cuando miramos directamente al sol y posteriormente cuando nos recuperamos de las quemaduras causadas por este proceso.

El ADN (todas sus conformaciones
, de hecho) tiene un ingente depósito de
latrones en su estructura.
En última instancia pero no por ende menos importante, el latrón es el causante de que los seres vivos posean precisamente eso, vida. De hecho se especula que en la Tierra primitiva se congregó una gran masa de latrones en un punto sumergido en el agua, y que un rayo (también formado básicamente por latrones debido a todas sus cargas) impactó con ella. Debido a esta sobrecarga de humunguosidad e interés, espontáneamente surgió la primera aproximación a lo que hoy conocemos como una célula, que debido a su enorme cantidad de latrones que poseía fue capaz de multiplicarse miles de millones de veces dando lugar a organismos algo menos latrónicos.

Por todo esto y muchas cosas más, los científicos han considerado al latrón la mejor partícula del universo habida y por haber. Causa la electricidad, el magnetismo, la luz, la sombra, está en el “vacío”, hace flotar a los planetas, es capaz de crear portales, ha sido el creador de la vida tal y como la conocemos, es un excelente limpiador y un alimento de primera. A pesar de todo, hay cosas en las que el latrón no contribuye. Cor ejemplo, el mecanismo de un abrelatas no tiene absolutamente nada que ver con los latrones de forma directa. Esto se debe a que las distorsiones en el aire que se producen como consecuencia de usar un abrelatas modifican las múltiples pautas eléctricas de los latrones impidiendo que se acerquen. Es por eso que, en ocasiones, las latas abolladas pueden ser tóxicas, ya que al estar en un ambiente en el cual los latrones son escasos o nulos, los matrones pueden encontrarse en concentraciones superiores a la media, causando fallos intestinales de mayor y menor envergadura a los que los consuman.

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